Nintendo Switch o el poder de lo sonoro

Aunque quizás no lo hagamos de forma consciente, los sonidos que emiten los objetos en nuestra interacción cotidiana con ellos influyen de forma decidida sobre nuestra percepción global del producto, alteran nuestro estado emocional, modifican la predisposición a su adquisición y también contribuyen a conformar las expectativas que nos hacemos ante cuestiones como su correcta funcionalidad o la calidad con la que está fabricado. La generación de espacios sonoros adecuados y coherentes con el producto es vital para conformar una experiencia de usuario satisfactoria e incrementar así la valoración positiva del mismo.

Un buen ejemplo de la relevancia que pueden adquirir estos principios en los productos de consumo es la videoconsola Nintendo Switch, lanzada al mercado en marzo de 2017. Su campaña publicitaria, vista por millones de personas en todo el mundo, emplea como imagen icónica al principio de todos sus videos promocionales el sonido que generan los mandos de control (denominados Joy-Con) al insertarse en el cuerpo central del dispositivo. Se trata de un sonido rotundo, de culminación, que informa al usuario no sólo de la correcta inserción de tales elementos, sino de que se encuentra ante un producto definitivo, redondo y terminado que invita a pasar muchas horas en su compañía. Nintendo ha sabido encontrar en lo sonoro una poderosa seña de identidad para su producto estrella, aglutinando una pluralidad de mensajes alrededor de un sencillo «click» y convirtiéndolo en el eje que vertebra la imagen simbólica de la nueva consola. Un ejemplo perfecto de cómo lo sonoro define, comunica y, en definitiva, engancha.